Desafíos y oportunidades: la perspectiva de ser la única desarrolladora frontend mujer en una empresa de tecnología

Desafíos y oportunidades: la perspectiva de ser la única desarrolladora frontend mujer en una empresa de tecnología

Ser la única dev en un equipo de desarrollo de software puede ser una experiencia única y desafiante.

Aunque la tecnología ha evolucionado mucho en los últimos años, sigue siendo un campo dominado por los hombres y puede resultar difícil para una mujer encontrar su lugar en un grupo predominantemente masculino.


Como todo comenzó

Desde pequeña, lo único que tenía seguro era que me gustaban los colores, la alineación, dibujar y usar la computadora (solo usé una cuando tenía alrededor de 15 años). De niña, no tuve contacto con las computadoras desde temprana edad, ya que mi familia era humilde y el acceso a ellas era casi nulo. Cuando llegó el momento de elegir carrera, elegí la carrera de Gestión de Tecnologías de la Información, aunque no estaba segura de adónde me podía llevar. Sin embargo, pronto me di cuenta de que sería una minoría en mi clase de 50, con solo otras cinco mujeres. Al final del curso, solo quedamos tres mujeres.

La universidad me enseñó mucho, incluida la importancia de trabajar duro para demostrar mi valía y mis habilidades. Aprendí a superar los prejuicios y la discriminación que encontré en el camino y a encontrar formas de destacarme en un mundo dominado por los hombres. Aunque enfrenté muchos obstáculos, estoy orgullosa de haber elegido una carrera en tecnología y haber mantenido mi compromiso hasta el final.

El primer empleo

Después de graduarme, sentí la ansiedad que siente todo recién graduado cuando busca su primer trabajo. Para aumentar mis posibilidades, comencé a desarrollar pequeños proyectos y los agregué a mi GitHub, una plataforma de alojamiento de archivos y código fuente. Un día, recibí un mensaje inesperado en mi LinkedIn de un desarrollador frontend. Me preguntó si estaría interesada en hacer una audición para el puesto de desarrollador frontend en la empresa para la que trabajaba. Sin dudarlo, acepté la propuesta y, a los pocos días, envié mi prueba.

Para mi sorpresa, recibí un correo electrónico informándome que había sido aprobada para el puesto y recibí una oferta de trabajo permanente. Fue entonces cuando todo empezó a cambiar. Ese momento fue un punto de inflexión en mi vida: Finalmente conseguí mi primer trabajo como desarrolladora. A partir de entonces, comencé a aprender mucho más sobre programación y desarrollo de software, además de tener la oportunidad de trabajar con gente muy talentosa. La experiencia también me ayudó a mejorar mis habilidades interpersonales y trabajar en equipo.

Lo que me esperaba

Aunque estaba emocionada de comenzar mi nuevo trabajo de "dev", pronto recibí la noticia de que el único desarrollador frontend del equipo iba a dejar la empresa. Como todavía aprendía yo lo básico, estaba nerviosa y asustado de no poder manejar todos los proyectos por mi cuenta.

Afortunadamente, tuve la suerte de contar con un gerente maravilloso que me apoyó y me animó a superar los desafíos. Gracias a su guía y mi propia determinación, aprendí a usar Laravel (un marco PHP en el que se creaban proyectos), SASS (un preprocesador que interpreta o compila en hojas de estilo en cascada) e incluso a crear proyectos desde cero.

En el camino, finalmente pude expresar mi pasión por el diseño a través de las pantallas. Crear pantallas hermosas y aplicar los conceptos de UI y UX que había estudiado en cursos gratuitos fue extremadamente satisfactorio. Ver todo esto cobrar vida fue una experiencia increíble y gratificante. Si bien ha sido difícil enfrentar los desafíos de la escasez de personal, mi experiencia me ha enseñado que con el apoyo adecuado y la voluntad de aprender, podemos superar cualquier obstáculo que pueda surgir.

La actualidad

Aunque la empresa ha crecido y se han unido nuevos desarrolladores al equipo, sigo siendo la única desarrolladora. Es muy solitario no tener otras mujeres con quienes compartir las maravillas que ofrece la tecnología. La falta de estímulo y oportunidades para las mujeres en este ámbito es un reflejo preocupante de la industria.

La diversidad es esencial para crear entornos de trabajo innovadores y productivos. Al incluir a más mujeres en puestos tecnológicos, podemos tener una industria más diversa e inclusiva, capaz de producir productos y soluciones más eficaces e integrales.

Es crucial encontrar formas de conectarse con otras mujeres en tecnología y buscar mentores y aliados dentro del equipo para superar los desafíos y tener éxito en su carrera. Es importante recordar que las mujeres tienen mucho que aportar en el campo de la tecnología y que la diversidad es esencial para impulsar la innovación.


Al compartir tus experiencias y conocimientos con otras mujeres, puedes crear una red de apoyo y ayuda mutua para superar obstáculos. Buscar oportunidades de formación y desarrollo de habilidades también es esencial para aumentar la confianza y la competencia.

La industria de la tecnología todavía necesita más mujeres en puestos de liderazgo e influencia, y es importante que las mujeres persistan en sus carreras, independientemente de los desafíos. Con determinación, coraje y apoyo, es posible alcanzar grandes objetivos y contribuir a una industria más inclusiva y diversa.

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