Cinco ideas para manejar esos frustrantes momentos al programar

Cinco ideas para manejar esos frustrantes momentos al programar

Todo desarrollador, dependiendo el área donde quiera generar su expertise, debe contar con ciertos conocimientos básicos. Algunos tendrán su enfoque en Python, otros en ECMAScript, cierto grupo disfrutará más el área de estilizado y otros tantos las bases de datos y servidores. Sin importar a cuál rubro IT te dediques, todos los programadores comparten algo en común: la frustración al encontrarse con un problema difícil de resolver o una aparente solución que no funciona como esperabas.

La frustración es una emoción muy particular y, si no prestamos atención a ésta, puede decantar en bloqueos importantes a la hora de realizar nuestra tarea o incluso de avanzar en nuestro trabajo.

Por definición, frustración es una reacción emocional cuando nos encontramos con la imposibilidad de satisfacer un deseo o de que nuestra voluntad se cumpla (en otras palabras, cuando esa función no hace lo que yo esperaba). Sentirnos embargados por esta emoción es normal. Por eso, te comparto 5 ideas que pueden ayudarte a manejar esos momentos en los que piensas “mejor busco otra profesión”.

1. Take a break

A esta altura de la historia científica es ya sabido que nuestros cerebros toleran ciertos periodos de concentración enfocada y que pueden agotarse luego de exposiciones prolongadas o arduas exigencias. Si bien el tiempo de concentración puede variar en cada persona, dependiendo del interés en la tarea, la motivación y el cansancio acumulado del día; como docente de Nivel Medio he podido experimentar que mis alumnos (y la mayoría de las personas) pueden concentrarse entre 30-45 minutos, tiempo que suele reducirse cada vez más gracias a nuestro uso de redes sociales y al deseo de hacer mucho en poco tiempo.

En la mayoría de los casos, la expresión del cansancio cerebral se da en la frustración. Esta es una buena señal para que nos levantemos de nuestra silla y realicemos una tarea completamente diferente a la que venimos haciendo, mejor aun si no tiene ningún tipo de relación con la que llevó a ese sentir. Salir a dar una caminata, hacer deporte, o incluso realizar las tareas domésticas son buenas opciones para dejar descansar a nuestra mente y luego volver a la computadora para darnos cuenta de que habíamos escrito .lenght en vez de .length.

2. Sistema de refrigeración

Nuestras neuronas no tienen la capacidad de mantener reservas nutricias como el resto de las células del cuerpo, sino que toman lo que requieren de la filtración del torrente sanguíneo. Así como no colocaríamos un sistema de refrigeración pobre en nuestra PC o incluso en nuestros vehículos, nuestro cerebro necesita alimentarse de las mejores opciones para funcionar correctamente, especialmente en espacios donde pretendemos concentrarnos y utilizar al máximo nuestros recursos cognitivos.

Un “mal” de los programadores es que reemplazamos nuestro porcentaje físico de agua por neuroestimulantes como el café, bebidas gaseosas o (en algunas latitudes como la mía) el mate. Estos suelen estar acompañados por harinas, snacks chatarra y otros “alimentos” que tienen por objetivo dar un poco de placer inmediato en medio de esas largas horas que podemos llegar a invertir para entregar un proyecto. No hay un problema en sí en tomar unas tazas de café o darnos algunos gustos, pero sí deberíamos tener en cuenta que,en momentos de grandes exigencias mentales, no hay nada que reemplace una buena hidratación con agua pura y alimentos energéticos sanos que colaboren con la sinapsis neuronal.

3. Divide and conquer

Esta técnica no solo puede aplicarse en el ámbito de la programación, sino en casi todo aspecto de la vida que presente problemas resolutivos. Al encontrarnos con una situación compleja de resolver, tendemos a buscar un proceso que trabaje de principio a fin dando la solución definitiva. Con la experiencia suficiente, estudio y capacidades, tal vez este escenario funcione para muchos, pero si estamos trabados con un proceso y la frustración comienza a aflorar es de mucha utilidad fragmentarlo en pequeñas partes y buscar micro soluciones para luego intentar combinarlas de una manera eficaz. Parece una propuesta obvia, pero te sorprenderías de lo poco que la usamos a diario y de lo útil que puede resultar.

4. Confiar en las capacidades internas

No voy a explayarme en este momento sobre el Efecto Pigmalión ni el Síndrome del Impostor. Pero toda emoción está íntimamente relacionada, al contrario de lo que muchos piensan, con las áreas de nuestro cerebro que permiten tomar decisiones racionales acertadas. Dado lo anterior,  una emoción fuerte y constante como la frustración puede afectar seriamente nuestra cosmovisión y la percepción de nuestras habilidades, aprendizajes y capacidades. He visto mucho de esto en el aula: alumnos que se bloquean a tal punto que consideran que no sirven para transitar con normalidad la escolaridad o que son “torpes” en comparación a otros porque no llegaron con la misma velocidad que los demás a ciertos resultados.

Recuérdate que, como programador, has realizado un proceso arduo de aprendizaje y que como bien se dice en el ambiente “todos pueden aprender a programar”. Muchas personas simplemente tienen necesidades de aprendizaje diferentes, cada mente es distinta y es importante que no sea la frustración la que hable en esos momentos, sino la memoria cognitiva y biológica que te recuerden que así como has enfrentado tareas de mucha más complejidad, también puedes lograr ésta.

5. Pedir ayuda

He colocado al final este consejo porque suele traer mayor satisfacción (o por lo menos para mí) resolver un problema uno mismo que con ayuda de otros. Pero no necesariamente este debería ser el último paso. Hay tareas que a simple vista pueden mostrar un nivel de desafío que enseguida requieren que busquemos ayuda de alguien con más experiencia que nosotros o simplemente con una mirada diferente. En la práctica laboral es extraño que trabajemos solos así que ya sea que accedamos a foros de consulta, tutoriales o preguntemos a personas dentro de nuestro entorno, buscar ayuda nunca debería ser considerado como síntoma de debilidad o falta de capacidad, sino todo lo contrario. Alguien que busca ayuda reconoce sus limitaciones, demuestra humildad, valora a los demás y por sobre todo entiende uno de los grandes principios de la actividad tecnológica que es el trabajo en equipo.

Conclusión

Si bien no pretende ser un manual exhaustivo, espero que este artículo te ayude en esos momentos que a todos nos suceden y puedas disfrutar cada día más de este fascinante mundo de la programación.


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